Luego de leída la Segunda Declaración, los manifestantes marcharon ordenadamente por las veredas de la Alameda y el Paseo Ahumada hasta el monumento a los pueblos indígenas situado en la esquina surponiente de la Plaza de Armas donde se leyó nuevamente la Declaración.
Toda la manifestación se realizó en el más perfecto orden, no registrándose ningún incidente. Los participantes vocearon consignas y repartieron la Declaración de los historiadores (as). Numerosas personas expresaron su interés y simpatía por la causa mapuche, acercándose a los historiadores, profesores y estudiantes de Historia para solicitar informaciones e intercambiar ideas sobre el tema. Algunos medios de prensa, especialmente radiales, reportearon esta acción.




GENTILEZA: PILKIL